Ocupar


Ocupar la imperfección

Correspondencia

Perder es una cátedra sin docentes, una enseñanza que los padres y las madres eluden. Casi nadie le dice a su hijo que la derrota es una de las mejores cosas que le puede pasar a un ser humano. El error solo lo enseña la vida, y —a falta de maestros— muchas veces es tomado como una catástrofe. Somos intolerantes a la imperfección, como somos intolerantes a la desaparición de un ser querido.

Errar sería un acto de mediocridad. Cristiano Ronaldo cuando era niño y fallaba un gol se enfurecía. Lo mismo sucedía con Michael Jordan si perdía un juego. El arquitecto Frank Ghery detesta las goteras, aunque las probabilidades de sus edificios —ante la complejidad de su diseño— es que tengan alguna filtración.

El fanatismo de la excelencia me persiguió por muchos años. Lo apliqué a distintas facetas: en las relaciones, en el trabajo, con mis amistades y mis hijas, etcétera, etcétera. Pensaba que si era menos errático mejor me iría en mi devenir. Era un engaño, pero era una lección heredada. Detestaba equivocarme en cada cosa que hacía, me molestaba saberme derrotado frente a cosas elementales que parecen una una nimiedad, como escribir una frase sin adjetivos.

Aprendí a abrazar el error de viejo, sobre todo cuando me tomé en serio la profesión de hacedor de libros. Los libros son artefactos imperfectos. Es casi imposible vencerles. Si eres observador y conoces los millares de piezas que conforman su engranaje detectarás sus fallas. Hace unos días leía The sun also rises, una edición homenaje a Ernest Hemingway, de la editorial Scribner, y en su introducción le encontré algunos errores. Por supuesto que no todos los errores merecen un aplauso, y por supuesto que existen personas que navegan en la perfección como renacuajo en charca, tal es el caso de algunos poetas. Pero yo desistí de ese motor. La perfección terminó aburriéndome. Así como no funciona para vivir, tampoco sirve para el hacedor de libros. El libro, al igual que el desamor, te enseña a perder.

Paradójicamente es la derrota un antónimo de petrificación. Explico: fui proclive al suicidio hasta que aprendí a equivocarme. Las veces que intenté dejar este mundo me gatillaba un error. Si quería lanzarme de un carro andando, ahogarme en una playa o colgarme de un árbol, precedía al infortunio una derrota. David Foster Wallace escribió que «esos suicidas en realidad ya están muertos antes de apretar el gatillo.» Para mi dicha, en la última ocasión sentí que hacía el mayor de los ridículos posibles.

En este sentido, el pasado fin de semana dicté una conferencia en una pequeña feria del libro en Antón donde recordé esa época. A la audiencia le conté que mi pulsión aniquiladora se fue superando a medida que me hice editor de libros, y que, tal vez, la razón más objetiva es que casi nunca les ganarás. Por ello, dije, uno de los momentos más placenteros de mi vida es cuando estoy haciendo libros en el taller, en la soledad más infinita, con mi perra a mi derredor supervisando, sabiendo que tendrá una que otra falla el artefacto. En vez de pretender que me la cagué, dije, me emociona fabricarlos, porque desde que adopté el error para mi vida nunca más he deseado desaparecer.

V.A.


Pedro Crenes Castro

entrevista
Curador de la antología Resistir

¿Qué aprendemos de la antología Resistir sobre la ocupación de Estados Unidos en Panamá?

Aprendemos a reconocer que hay espacios de nuestra Historia reciente y sus efectos sobre nuestro país que tenemos que resolver y que la literatura es más eficiente que la Historia (sin dejarla de lado) para ponernos delante de la resolución de esos conflictos, que son de índole emocional ideológica.

¿Por qué crees que el cuento funciona para abordar temas de actualidad como una nueva amenaza de invadir a Panamá de Estados Unidos?

Funciona mejor por su sentido de urgencia, por ese efecto único de impresión de Poe, el nocaut que decía Cortázar. En una coyuntura como en la que nos encontramos, un ensayo o una novela son demasiado gruesos para una urgencia, pero el cuento inocula el hecho, la emoción, y comunica la circunstancia, llama la atención de inmediato, y deja un efecto perdurable como de un perfume después de la lectura.

Como curador de Resistir, ¿Cuál crees que es el principal acierto de la publicación?

El acierto de Resistir es la convocatoria tan diversa de autores, y el reto creativo que se les planteó ante un hecho insólito como el que estamos viviendo con los Estados Unidos. Vamos a leer historias en las que todos nos podemos identificar, pero que nunca habíamos leído en clave histórico-emocional. Los lectores van a notar que, como país, como generación, tenemos «cuentas del alma» pendientes con «el Buen Vecino».


Resistir

libro

Esta antología nace de un hecho coyuntural y urgente: los Estados Unidos de América, USA, los gringos, los americanos —los nombramos según nuestra relación con ellos—, los que firmaron un tratado a perpetuidad con nosotros, los que construyeron un Canal y se hicieron una Zona del Canal, los que mataron a un grupo de estudiantes, los que consintieron un dictador con el que firmaron un tratado y perpetraron una Invasión para expulsar a otro, los que devolvieron el Canal, han vuelto a Panamá y ahora dicen que es suyo, que lo quieren de vuelta, y amenazan con estar dispuestos a todo. Habrá quienes digan que nunca se fueron, pero una cosa es estar, y otra es querer quedarse con la estancia.

Resistir

Cuentos contemporáneos panameños contra la dominación de Estados Unidos

Comprar

Anótate allí | Ot​ras ocupaciones

Ocupar la fragilidad

novela

«Si en algo soy japonesa es en eso: cuando intuyo que mi reacción emocional está a punto de volverse demasiado intensa, me pongo tensa. Mi cuerpo rígido deambula por la calle».

—La nostalgia feliz, Amélie Nothomb

La nostalgia feliz (Libro): la falsedad de la memoria. — Steemit
Fotografía de mi galería personal Amélie Nothomb es una de mis plumas favoritas de la contemporaneidad y uno de… by cristiancaicedo

Ocupar un pueblo

documental

«Hay una guerra basada en la humillación sexual y alguien toma una foto de un hombre iraquí siendo humillado por una mujer estadounidense. La foto se publica y humilla al gobierno, por lo que este busca humillar a las personas que tomaron la foto encarcelándolas y culpándolas del fracaso de toda una guerra. Si algún genio malvado en las alturas quisiera inventar un mundo completamente perverso y depravado, no podría hacerlo mejor».

—Interrogando a Errol Morris, director de Standar Operating Procedure. Mother Jones

Interrogating Errol Morris
The Oscar-winning filmmaker talks about turning his camera on Abu Ghraib for <i>Standard Operating Procedure</i>. Plus, the best political ads you never saw and why

Desocupar el corazón

ensayo

«Estoy completamente sola. La carretera está desierta, la interestatal está fuera de mi vista y de mi alcance auditivo. Ante mí se extiende una colina baja, y detrás de la colina, llenando el cielo, se eleva una enorme cordillera boscosa, viva e impresionante. Nunca había visto nada tan tembloroso y vivo.»

—Annie Dillar, The present

“The Present” by Annie Dillard
Annie Dillard (b. 1945) is an American writer best known for her meditative essays on the natural world. Dillard’s first published book was a collection of poetry, Tickets for a Prayer Wheel (1974)…

Ocupar tu lugar

poesía

Haré un pacto contigo, Walt Whitman—

Te he detestado ya bastante.

Vengo a ti como un niño crecido

Que ha tenido un papá testarudo;

Ya tengo edad de hacer amigos.

Fuiste tú el que cortaste la madera,

Ya es tiempo de labrar.

Tenemos la misma savia y la misma raíz—

Haya comercio, pues, entre nosotros.

—E. Pound, Un pacto.

antes

amar | junio 2025